Se consideran residuos radiactivos, cualquier material o producto de desechos para el cual no esta previsto ningún uso, que esta contaminado con isotopos radiactivos (aquellos núcleos radiactivos que por ser inestables emiten radiación) en concentración o niveles de actividad superiores a los establecidos por las autoridades competentes.
las centrales nucleares son las que más cantidad de estos residuos generan, pero también provienen de ramas como la medicina, la industria, la investigación, etc. Las características de este tipo de residuos son básicamente dos:
- Gran peligrosidad: cantidades muy pequeñas que pueden causar grandes niveles de radiación peligrosos para la salud.
- Duración: algunos radioisótopos pueden emitir radiaciones perjudiciales durante miles o decenas de miles de años.
CLASIFICACIÓN DE LOS RESIDUOS RADIACTIVOS:
Podemos dividir estos residuos en tres grupos:
- Residuos de baja: Emiten pequeñas cantidades de radiación. Formados por herramientas, ropas, piezas de repuesto, lodos, etc... Estos tienes un periodos de semidesintegración* menor de 30 años.
- Residuos de media actividad: Emiten cantidades pequeñas de radiación. Su periodo de desintegración es menor de 30 años.
- Residuos de alta actividad: Emiten altas dosis de radiación. Están formados por los restos que quedan de las varillas del uranio. Tienen un período de desintegración mayor a los 30 años.
(*) Se define el período de semidesintegración como el tiempo necesario para que la actividad de una muestra radiactiva se reduzca a la mitad. Los valores de este parámetro son muy variables de unos elemenos a otros, por ejemplo, para el Neptunio-237 es alrededor de los dos millones de años, 25.000 años para el Plutonio-239 y 460 años para el Americio-241.
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS RADIACTIVOS:
Los residuos radiactivos deben gestionarse de forma que no pongan en peligro a las personas ni el medio ambiente; la inmovilización y aislamiento son las mejores opciones para así garantizar la seguridad de la sociedad actual y de las generaciones futuras.
En la actualidad, la solución para los residuos de baja y media actividad en el aislamiento definitivo, depositándolos en almacenes debidamente acondicionados en tierra firme. Existen dos opciones: Almacenamiento en superficie y la otra opción es el almacenamiento subterráneo a baja o media profundidad.
Los residuos de alta actividad proviene en su mayor parte e los procesos llevados a cabo en las centrales nucleares. Para ello se necesita disponer de un almacenamiento temporal durante un tiempo más o menos prolongado. Inicialmente este combustible gastado se almacena en las piscinas de la propia central, alojado en recipientes metálicos bajo el agua, que actúa como refrigerante y blindaje contra las radiaciones. Este proceso se prolonga hasta el decrecimiento de los residuos para su posterior manejo y traslado.
Para el almacenamiento definitivo de los residuos de alta actividad, la opción internacional, científica y tecnológicamente más segura consiste en su almacenamiento en formaciones geológicas más profundas, a fin de conseguir el confinamiento de dichos residuos durante el tiempo necesario para que su eventual retorno a la biosfera no suponga riesgo para las personas y el medio ambiente
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