martes, 15 de mayo de 2012

Ecoparque.

¿Qué es un Ecoparque?

Es una instalación, cerrada y controlada, de recogida selectiva de residuos, donde el ciudadano puede depositar gratuitamente aquellos residuos que genera en su hogar y para los que no hay contenedores específicos en los sistemas de recogida tradicional.




La recogida selectiva es la única manera de facilitar el reciclaje y/o la eliminación segura de los residuos. Llevando nuestros residuos al Ecoparque, evitaremos verterlos incontroladamente, reduciremos el volumen de basura que acaba en un vertedero, ahorraremos materias primas y energía en reciclar y ayudaremos al tratamiento adecuado de todos los residuos. De esta manera favorecemos que aquellos residuos que no hemos podido evitar, dejen de ser un problema para el medio ambiente. 





 ¿Que se hace con los residuos?

Una vez retirados los residuos  del Ecoparque son trasladados a plantas donde: los materiales aprovechables son reciclados y convertidos en nuevas materias primas con las que se consigue un ahorro importante de recursos naturales y energia, además de evitar que acaben en un vertedero. Aquellos productos de especial toxicidad o peligrosidas son tratados préviamente en su recuperación o eliminación con el fin de evitar problemas medioambientales y de salud. Únicamente las fracciones que no son aprobechables se llevan a vertederos.  






 ¿ Quien puede utilizar el Ecoparque?

El ecoparque está pensado principalmente para dar servicio a los vecionos del municipio, pero se pueden admitir aquellos  pequeños comercios, oficinas o servicios de los cuales los residuos sean assimilables a los domiciliarios. No se admiten los residuos procedentes de actividades industriales ya que para ellos hay canales específicos.

 
 

 

martes, 3 de abril de 2012

El (supuesto) motivo del sabor de las “Bananitas dolca”

Existe un gran complot internacional para que esto nunca llegue a hacerse público. El relleno de estas porquerías está hecho a base de desechos industriales tóxicos, diluidos en un líquido sintético que se utiliza para limpiar los reactores de los submarinos nucleares. Una vez mezclados dan por resultado un sólido radiactivo bastante blando y que tiene el característico color amarillo fluorescente. Se le agregan azúcar y esencia artificial de banana para darle un poco de sabor. La cobertura de chocolate es para hacer contraste de sabor con el gusto del relleno. Es por la radiación del relleno que las bananitas no vienen envueltas en papel normal. Deben envolverlas con un papel metálico para evitar que los quiosqueros terminen sus días víctimas de terribles cánceres. Los desechos que se utilizan para el relleno fueron un problema durante mucho tiempo, porque son muy difíciles de reciclar por los métodos científicos conocidos. Además las sumas de dinero necesarias para reciclar los residuos resultan excesivamente elevadas, y son mayores aún que las ganancias que estos residuos han dado durante su vida útil. Si los entierran permanecen activos por miles de años y se transforman focos de contaminación ambiental. El problema no se soluciona enterrándolos. No se sabía que hacer, pero fue hasta que un médico pediatra hizo un descubrimiento brillante: No hay mejor forma de reciclarlos que utilizando el organismo de los niños. La digestión de un niño es tan sana, que resulta ser un eficaz filtro para estos residuos.




En Estados Unidos no se vende este tipo de productos porque el FBI las prohibió y un alto funcionario de la CIA aconsejó a los industriales que las sigan vendiendo, pero en un lugar muy extraño y lejano llamado Argentina. Creo que los enviaron aquí porque, como somos la república bananera por excelencia, creyeron tener asegurado un éxito comercial que nunca llego a hacerse realidad.

Otra es la historia de las Bananitas Dolca Heladas y el por qué no están envueltas en papel metálico. Pero esto es más fácil de explicar, porque como todos sabemos los refrigeradores no dejan pasar la radiación.